Martín Martín - Zaragoza, Zaragoza

Lucía Martín

La máquina de recargar tarjetas la dejan desenchufada a propósito porque les da pereza. Me prohibían enchufarla cuando hacía turnos allí. Funciona perfectamente.

jose maria bello navarro

Prácticamente es imposible que lleven 2 meses sin el aparato para cargar tarjetas de bus, en 2 meses he ido solo y exclusivamente a recargar la tarjeta 6 veces nada más y nada menos, y la cuestión es que como no compras nada de la tienda ellas te dicen que no funcionan y ala se limpian las manos...
Pero hijas mias como me voy a gastar dinero en la tienda si las cosas que hay son caras y ningun producto lo tenéis mejor que la competencia..
La próxima vez que entre os pediré la hoja de reclamación por no atenderme y aparte mentirme.

Belén Aguilar

La calidad de la repostería para el precio es bastante deficiente. Antes íbamos mucho, pero ya no vale la pena. Los mini dots y los donuts en general están como piedras recién comprados y no son precisamente baratos. Cada vez que compro es una lotería, ya que nunca sabes si van a salir bien o para tirarlos a la basura. Una decepción, la verdad.

ivan rodriguez

Lo que me faltaba por ver. He entrado esta mañana a la tienda y estaba trabajando una chica morena obesa y una chica morena delgada. Doy datos de como son para que su responsable sepa quienes son y los clientes ya que no se sus nombres. Y se pone la chica morena obesa a criticarme con su compañera delante de mi, con todo su morro. Es ACOJONANTE por favor hagan mejor la selección de personal no cojan a personas que intimadan a los clientes. Iba casi todos los días a comprar y gasto una media de 4 euros. A partir de ahora iré a comprar al Frutos Secos El Rincón.

Esther Lázaro Ruiz

Una vergüenza de local, los precios elevadísimos para una calidad que cualquier supermercado tendría mejor y por ni el tercio. La tarta un claro ejemplo. Y eso por no hablar de la limpieza y atención al cliente, la dependienta rubia muy desagradable solo le faltó tirarme el dinero a la cara.

Eva Garcia

Escribo este comentario por una chica morena de pelo rizado y fuerte. Mi padre iba a comprar a su tienda de Breton y fui con el justo la semana siguiente a la Semana Santa. He de decir que mi padre tiene la enfermedad de parkinson y su movilidad no es como una persona de 40. Justo cuando pagamos por unas latas de conserva y pan habia mas personas en la cola y esta chica le dijo a mi padre....Oiga quitese del medio que molesta a la gente sino puede andar se quede en casa... TODOS de la cola nos quedamos temblando. Yo tambien tengo dias malos pero no voy de sobrada.
Por supuesto le he prohibido a mi padre que vaya.

m. p

Espero que antes de dejaos guiar por comentarios, que a saber si son reales de clientes con vidas patéticas, dediquéis un enhorabuena a las empleadas que tenéis, especialmente a Montse y Arantxa, que ciertos comentarios van dirigidos a ella por la definición tan despectiva. 9 años clienta y la amabilidad sobre de ellas 2, es más que un sobresaliente.

Aarón

Una estrella y porque no se puede poner ninguna. Fui ayer a comprar una bolsa de patatas que en la etiqueta marcaba 50 céntimos, pero, a la hora de cobrar, la dependienta (muy déspota) me dijo que costaba 55. En ese momento, yo le dije que no, que estaba equivocada, y le mostré la estantería en que estaba el producto y, efectivamente, el precio era de 50 céntimos. Hasta aquí no hubiera habido ningún problema si ella hubiera sido amable, pero no fue el caso. La dependienta argumentó que el precio estaba equivocado, que en la etiqueta de debajo del producto (que era maíz), indicaba el precio de las "Pipas Tijuana", a lo que yo le repliqué que no era mi culpa que estuviera equivocada la etiqueta. Ella, muy alterada y elevando el tono de voz me recriminaba que qué va a hacer ella si los clientes le han movido los productos de sitio (lo cual no era cierto porque estaba perfectamente etiquetado). En definitiva, ella "se lavó las manos" y me echó las culpas a mí. Yo le contesté que la culpa era suya, por no realizar bien su trabajo y, además, culpar a los clientes de sus errores laborales.

Pienso regresar al establecimiento a enterarme del nombre de la dependienta y a poner una reclamación por el engaño en el precio de los productos y por el desagradable trato recibido por parte de la dependienta.